¡Buenos días! Al habla un paciente de Ricardo de Clínica de Fisioterapia Prometeo. Con la llegada hace unos meses de INDIBA a su clínica no me quedó otra que probarlo porque mi cuerpo es un croquis, si un día no me duele el cuello, me dolerá la muñeca, la rodilla o el alma así que según leí… Intuí que lo usaría conmigo y así fue, en unas cuantas ocasiones, así que aquí vengo a contaros qué tal fue.
¿Qué tal si haces un descanso de lo que estés haciendo y te entretienes aquí un ratito? Serán 5 minutitos.
Dame cita que me he roto
Normalmente Ricardo usa INDIBA conmigo en el cuello, debido a mi postura se me “carga” más de lo debido y cada dos meses me da mi ración de INDIBA, punción seca o lo que necesite en ese momento. ¿He notado más mejoría desde que me da con INDIBA? Pues sí, ahora en vez de ir cada dos meses voy cada tres y las sesiones son muchísimo menos dolorosas, hasta te gusta el calorcito que te provoca la máquina en la zona.
Pero ese día madre mía… Bueno, sí, exagero un poco pero es que vaya dolor, además de tener mis citas para mis sesiones de cuello tuve que llamar un día de urgencia, me agaché para recoger una cosa y al levantarme… Crack, rodilla rota mínimo, me dolía muchísimo, cojeaba, suerte que tenía un hueco ese día.
Pues bien, no había nada roto, realmente pensé que me hice una microrotura o similar pero no, en movimientos secos el músculo se puede engarrotar y eso me ocurrió, total… Contractura guapa, INDIBA para mi. Os cuento mi experiencia.
Así funciona INDIBA
Normalmente con el cuello no veo como va haciéndolo todo, solo noto la calor, pero ese día si pude ver en qué consiste. Primero, para asegurarse vimos en el ecógrafo que no había nada roto y, efectivamente nada roto pero el músculo estaba pidiendo auxilio.
Al lio, primero coge como una especie de bandeja y le pone crema (La específica de esta máquina) y la pone en una parte del cuerpo, a esto se le llama placa y es el electrodo pasivo, en este caso, la pone debajo del muslo, de esta forma generará corriente con el cuerpo para poder ponerla en marcha (cuando lo hacía en el cuello me la ponía en la barriga).
Tras esto coge los electrodos activos, son los que vemos en la foto, esto aparentemente creeremos que es lo que genera calor, pues no.
La calor la creamos nosotros mismos, la radiofrecuencia INDIBA, intensifica la actividad celular, actúa a modo de vasodilatador y al incrementar la circulación sanguínea y linfática estimula y oxigena la respiración endocelular, todo este conjunto que se mueve dentro de nuestro cuerpo es lo que nosotros notamos como calor, que todo hay que decirlo, es bastante agradable.
Es por ello que somos nosotros mismos los que gracias a la radiofrecuencia de estos electrodos, generamos el aumento de la temperatura. Esto es genial porque oxigena las células desde dentro y de forma casi inmediata el dolor disminuye y la zona a tratar tardará menos en recuperarse, estamos solucionando un dolor desde su interior.
Normalmente solo usa INDIBA cuando tengo sesiones importantes pero si en alguna ocasión lo ha compaginado con terapia manual. En este caso solo al terminar me puso cintas kinesiológicas y a casita. Entré cojeando y salí andando normal.
A modo opinión creo que la entrada de esta máquina a Prometeo es una joya valiosa, no he visto tanta rapidez en la cura de contracturas, esa misma tarde pude ir al gimnasio con mi rodilla nueva. Es perfecto poder tener el método INDIBA en Motril. De paso, le pregunté para qué puede servir Indiba y me comentó que entre otros, INDIBA puede tratar lo siguiente:
– Dolores articulares como la artritis o la bursitis.
– Dolores musculares como la roturas musculares, fascitis plantar, etc.
Espero que os sirva tantísimo como a mí.
Nos despedimos por hoy
Bueno, pues esto ha sido todo por hoy, espero que mi experiencia os haya gustado, he contado la de la rodilla porque realmente pensaba que estaba algo roto ahí y en cuestión de 45 minutos salí casi volando.
En cuanto al cuello, este método he de decir que me ha mejorado muchísimo, voy cada más tiempo y la sesión no es nada dolorosa. Como he mencionado anteriormente, el calorcito es agradable en una zona que realmente te duele. Qué alegría tener INDIBA en Motril.
Si te has quedado con ganas de saber más de Prometeo, pásate por la clínica, se encuentra en la C/Río Ebro Nº2, justo al salir de la plaza del Moma y, Ricardo es bastante simpático, te lo explica todo y te aconseja qué hacer para que no vuelva a pasarte.
Lo dicho, ¡Nos vemos pronto!